La Paz, 13 de noviembre de 2012
PRIMER COLOQUIO - CEPIES-UMSA:
ESTADO, SOCIEDAD Y UNIVERSIDAD
Pablo Aranda
Manrique:
Les damos la bienvenida a todos los estudiantes, en realidad todos son
estudiantes del CEPIES en el curso de Educación Superior, básicamente este
postgrado se ha titulado en Docencia Universitaria. Ustedes saben que hay
varias ofertas en el medio, pero el título que sacan en el curso es de
‘Docencia Universitaria’.
Para dar inicio voy a pedir al distinguido ingeniero que nos
acompaña esta noche que nos conceda unas palabras de inauguración de este
coloquio.
Franklin Valda: Muchísimas
gracias, licenciado Aranda. Buenas noches, padre Corona, ingeniero Murillo,
doctor Richard, estimados estudiantes del diplomado, tengo el grato placer de
representar al ingeniero Fernando Sanabria en su ausencia, él tenía una
reunión, entonces como subdirector ante distinguidas personas y un tema muy
importante: Estado, Sociedad y Universidad, que nos está afectando actualmente
como el Estado nuevo Plurinacional de Bolivia, tenemos que converger en muchas
situaciones como anteriormente mencionaba el presentador, de que no debemos
dejar de lado la importancia que se tiene
entre la sociedad, las universidades privadas, las universidades
públicas, la misma universidad y todo lo que concierne a lo que es la educación
superior universitaria y también la de los colegios, se podría decir. En ese entendido,
invitamos a todos para que participen y podamos enriquecer todos los
conocimientos y aportes respecto a lo que es esta sociedad y universidad. Muy
buenas noches.
Presentador: Bueno, como
segundo invitado presentamos por favor al R.P. ThelíanArgeoCorona Cortés,
rector de la Universidad Salesiana Boliviana, por favor.
Thelían Argeo
Corona Cortés: Hablar de Estado, Sociedad y Universidad es un tema que en
este momento se vuelve de una trascendencia y de una importancia muy grande,
sobre todo porque le han añadido ustedes en Latinoamérica y nos tiene que abrir
a contemplar otras realidades, quizás para poder entender la nuestra y podernos
ubicar en nuestra realidad de Bolivia.Yo he acuñado una frase que para mí ha
sido normativa desde que llegue a Bolivia hace ya 10 años y que me integré
exclusivamente a través de la Universidad Salesiana en este mundo de cambio y de
transformación que vivía Bolivia en esos momentos. Estoy hablando del periodo
inmediatamente previo a la ‘Guerra del Gas’ y a todo lo que significó desde
allí la convulsión, el cambio y la transformación de todo lo que son las
estructuras de la sociedad en Bolivia, y que desde el 2006 en adelante tomó
otro sesgo, de escenarios inéditosy de escenarios imprevisibles. Creo que esa
frase que me tocó acuñar y que fue para mí una primera convicción al llegar a
Bolivia es: “Bolivia sólo se entiende desde Bolivia”. O sea que es muy difícil
aplicar a Bolivia parámetros internacionales que en este momento pudieran
rebasarnos totalmente y que pudieran sacarnos de nuestra realidad y colocarnos
frente a escenarios que difícilmente podríamos lograr en este momento.
Se nos aleja en el horizonte un ideal para vincular
universidad estado, porque estas
cambiantes situaciones que estamos viviendo tienen una característica
que nos impide tener una lógica en el futuro, y no hay lógica en el futuro,
porque estamos viviendo situaciones que quizás teniendo debajo un planteamiento
que en la ideología, el cambio de la transformación, que no me refiero a Hegel
ni a sus inmediatos ni posteriores pensadores, si no ya cuando en un plan
directamente vinculado con la situación del marxismo: a una tesis tiene que
venir una antítesis, y posteriormente una nueva síntesis. Y si Bolivia vivía
una realidad, esta realidad entró en crisis, en una antítesis, que
evidentemente está en una convulsión que difícilmente nos permite encontrarle
un hilo conductor. A nosotros nos compete caminar hacia la síntesis, y caminar
hacia la síntesis quiere decir
adentrarnos en nuestra propia, entender que nosotros tenemos que
ponernos nuestros propios parámetros, que Bolivia desde dentro de sí misma
tiene que valorar sus esfuerzos, tiene que capitalizar sus experiencias, y
tiene que llevar adelante su propia trayectoria, particularmente en este campo
de la educación superior. Sin embargo, esto nos permite también abrirnos al
panorama de todas las demás realidades latinoamericanas, y en el momento que me
toque hacerlo, lo haré hablando por ejemplode la realidad de México en el campo
concreto de la educación superior.
Algo muy delicado para Bolivia, hablo en este caso de la
perspectiva y la coyuntura de las universidades privadas, es que podemos
constatar que desde el año 2003 hasta la presente realidad, nosotros hemos
tenido que contactar con 9 ministros de educación, con 11 viceministros y con
13 directores nacionales de universidades. Y simplemente es un dato para hacer
ver cómo los escenarios no puedes ser ni previsibles ni pueden llevar una
lógica porque son cambios y transformaciones de personas que no están
vinculadas a ningún hilo lógico del desarrollo y del devenir de la Universidad
en Bolivia. Por esa razón, Estado,
Sociedad y Universidad en Bolivia, en este momento es una realidad
dignísima de ser profundizada, y para nosotros un reto, para poder sentir de
que podemos transformar desde dentro esta realidad y encaminarla hacia nuestros
propios parámetros de superación y de calidad en donde debemos situarnos y
trabajar. Tres minutos han pasado.
Presentador: Muchas gracias
doctor. La participación de nuestro docente, el doctor Pablo Aranda Manrique.
Pablo Aranda
Manrique:
Bueno, muchas gracias, en realidad la hermenéutica de este coloquio es que
vamos a ir participando en la temática cada 3 minutos, no es necesario que
demos un orden. Esta primera vez lo estamos haciendo para tener un primer
sondeo, digamos, y después va a ser libre. Yo quiero decir que durante este
tiempo nosotros como docentes en educación superior hemos visto de cerca esta
problemática más que aquellos que planifican, más que los que organizan la
educación superior. Al final, con las diversas reformas, con las diversas leyes
de educación lo que se hace es mandar ciertos parámetros, y los obreros son los
que tiene que elaborar el camino. Nosotros lo que estamos haciendo hoy es
interpretar, primero la ley Avelino Siñani–Elizardo Pérez que tiene que ver con
la educación superior en la medida en que se entiende qué es el enfoque
comunitario socio-productivo, socio-comunitario productivo, que nos va a llevar
a tener otra visión del país, y por otra parte tenemos un parámetro que a veces
nos parece muy lejano: una Europa en crisis, una universidad Americana pujante
pero que en determinado momento sólo repercute para ciertas estructuras y una
universidad Latinoamericana que está casi en el mismo camino que Bolivia con
una experiencia un poco mayor en el sentido en el que hay esa estabilidad de la
que hablaba hace un momento el doctor Corona. Siento que en este coloquio,
vamos a determinar a partir de las temáticas que se han lanzado, que nos va a
decir el compañero que modula, vamos a sacar algunas conclusiones que nos
invitan a pensar una línea y una corriente para investigar y pensar, así como
hemos visto que en otras universidades hay doctorados en cómo hacer doctorados.
Nosotros tenemos que comenzar a pensar en cómo es y cómo va a ser nuestra
universidad. En ese sentido hemos invitado a personas que representan
diferentes estamentos, diferentes formaciones también, de diferentes
universidades y es por eso que nos vamos a enriquecer también con la palabra de
ustedes que han estado estudiando durante este tiempo esa relación entre estado
sociedad y universidad.
Presentador: Bueno, muchas
gracias doctor. Le damos la palabra al ingenieroJosé Luis Murillo Pacheco.
José Luis
Murillo Pacheco: Yo quiero aperturar este enfoque inicial bajando,
aterrizando un poco. Vemos desde el punto de vista desde la problemática
Universidad, Sociedad el tremendo conflicto de cumplir el encargo social. Ese
encargo social que está en todo lado pero que no está escrito en ninguno. Hasta
qué punto nosotros podemos enfrentar esa misión: responder a la sociedad, la
cual nos sustenta económicamente, formalmente, organizacionalmente, y cumplir
nuestra misión.
Desde mi punto de vista quiero dejar un par de interrogantes
y bajar un poco desde el nivel estratégico, como creo que mis honorables
predecesores plantearon el tema, a un nivel si quieren llamarlo táctico, un
nivel del docente de aula, un nivel de la trinchera desde donde se pelea la
cuestión de la educación. Yo creo que, identificando problemas y quiero
planteárselo a ustedes antes de mi alocución inicial, la universidad enfrenta
dos problemas. Uno interno, es un cáncer que le corroe desde su estructura
básica y que tiene raíces muy difíciles de dilucidar y de identificar y de
aislar concretamente: es el cáncer de la mediocridad, que afecta desde el
pregrado y lamentablemente se ha enraizado en el post-grado. Estudiantes de
licenciatura, diplomantes, maestrantes, doctorantes que quieren aprobar una
materia sin tener bien claro el nombre de la misma. Estudiantes que viene,
están en el aula charlando, salen viene van y reclaman una nota participativa
pura y simple sin que el esfuerzo que ellos dan desde otro de punto de vista,
amerite siquiera una nota. Ese comportamiento que lamentablemente así como un
cáncer maligno tiende a disgregarse en el sistema universitario, yo creo que es
uno de los peligros latentes internos que tenemos, y hay que darle solución
desde aquí, desde adentro, desde la misma aula. Tenemos que hablar y tenemos
que crear. Yo creo que hay que identificar ese cáncer de la mediocridad, creo
que es el primer factor que afecta que nuestra universidad cumpla con su
encargo social.
Y tenemos otro, un pedido que nos viene de afuera, sistemas
de acreditación que están instituidos, normados bajo un reglamento muy
establecido en con procesos claramente definidos y detallados pero que terminan
siendo, lamentablemente, mi facultad, y un poco, perdón que baje al nivel de la
experiencia y del ejemplo, pero mi facultad viene de salir de uno hace tres
semanas, al final uno termina haciendo un montón de papeleos, nosotros quemamos
dos impresoras, y no es chiste, las quemamos sacando volúmenes y volúmenes de
papel, y a ratos al final se pierde en que el proceso de acreditación termina
siendo: hay que entregar el plan, hay que entregar el análisis de problema s,
hay que entregar el plan de crecimiento y hay que entregar esto y aquello como
si se tratase de simples requisitos administrativos que luego se pasan a dormir
el sueño de los justos por los siglos de los siglos, entonces esta acreditación
termina siendo, estos procesos, que pierden el rumbo correcto, y la calidad,
calidad que debería ser su nombre, se queda en un montón de entrega de papeles
burocráticos que se pierden ahí.
Tenemos que ser lo suficientemente valientes para definir
nuestros propios procesos de garantía de calidad, sin que nos lo vengan a
imponer desde afuera, sin que nos lo vengan a decir cómo se hace, porque, no es
cierto, tenemos que darle nuestro tinte y ahí tenemos los dos retos, yo creo:
la calidad vista desde afuera y la lucha contra la mediocridad vista desde
adentro.
Presentador: Bueno, muchas
gracias ingeniero. Ahora le damos la palabra al doctor Enrique Richard.
Enrique Richard: Antes que nada
quiero agradecerle a Pablo su gentil invitación y a todos ustedes futuros
docentes universitarios, su presencia aquí, porque eso habla mucho de este
tema, el que estén aquí presentes habla del interés. Coincido plenamente con lo
que acaba de decir mi colega y amigo, José Murillo, pero quiero invitarlos
también como futuros docentes a que adopten una posición crítica, porque la
universidad actual está llena de ovejitas que van para el camino que se les
indica y punto. Se practica una docencia, ya lo dijo el ingeniero Murillo, una
docencia muy mediocre, pero tenemos que analizar cuál es el rol que debería
tener un docente, en teoría en una universidad, vinculado al estado y a la
sociedad, y el rol que debería tener es nada más y nada menos que, la
universidad es el semillero o es el lugar que se construye los futuros
políticos, los futuros presidentes, los futuros profesionales, pero aquí
también tenemos otro problema que lo dijo el ingeniero Murillo: el problema de
la calidad.
Y qué pasa con el problema de la calidad. Pablo dijo qué
pasa con una educación comunitaria socio-productiva, y eso es bastante
complejo, porque implica entre otras cosas que un docente no pueda enseñar lo
que no sabe, no puede enseñar lo que nunca practicó. Y porqué toco este tema,
porque si nos vamos a las estadísticas oficiales, y por oficiales me refiero al
CEUB, resulta que el 70% de los docentes de la universidad pública jamás
ejercieron su profesión. Entonces cómo hace un médico para enseñar una cirugía
si nunca agarró un bisturí; cómo hace un ingeniero para enseñar la profesión de
ingeniero si nunca hizo realmente un proyecto de ingeniería, nunca lo llevó a
la práctica, porque lo que tenemos que enseñarles a nuestros estudiantes es
justamente eso: cómo va a ser su vida en esa sociedad, en ese estado, y si yo
no he sido parte de esa sociedad, de ese estado, ¿qué cosa le voy a enseñar al
estudiante? Pero la otra parte también hay que analizarla, que también lo dijo
el ingeniero Murillo ¿cuál es la otra parte? El estudiante.
Y qué pasa con el estudiante,que el estudiante hoy claro, no
sé, alguien habló del sistema capitalista, creo que aquel compañero, correcto.
Ahora estamos en un estado socialista, qué mentira. Porque el estado será
socialista, pero la mentalidad sigue siendo capitalista, y cuando hablan de la
cuestión comunitaria socio-productiva, ahí nomás hablamos de los originarios.
Vayan a la Huyustus a ver que ‘gringo’ van a ver ahí. Los que venden en la
Huyustus son todos originarios aymarasy que tiene una mentalidad capitalista
neoliberal recalcitrante. La 16 de julio es otro ejemplo, o me van a decir que
allí es ayni, la 16 de julio, no, no es ayni, correcto. Tenemos que dejar de
ser un poquito menos hipócritas cuando nos llenamos la boca con todas estas
palabras.
Pero qué pasa con los estudiantes que también tiene la mentalidad
capitalista, entonces a la hora de elegir una carrera no lo hacen buscando su
felicidad, lo hacen buscando la conveniencia, y las charlas entre estudiantes
de secundaria que van a entrar a la universidad son: ‘hermano qué vas a
estudiar vos’ ‘–ingeniería. Pero y se gana bien con eso, porque yo creo que
siendo abogado se gana más’. Entonces la charla es a ver qué profesión rinde
más. Nunca falta alguno que dice: –‘no, médico’. –‘Médico, pero el médico no
gana nada’. Depende, si hace abortos va a ganar mucho.Entonces ahí es donde se
pierde el vínculo con la sociedad.
El ingeniero Murillo habló muy bien de la mediocridad de los
estudiantes. Yo coincido totalmente porque al estudiante hoy no le interesa
aprobar las materias, le interesa vencer al costo que sea. Hasta el año pasado
yo era docente en medicina, renuncié porque me tiene podrido esa carrera, les
voy a explicar por qué, porque yo daba biología y les preguntaba a los
estudiantes el primer día de clases: ‘¿Cuál es el objetivo que tienen en mi
materia?’ ‘–Vencer, profesor’. Ah que bonito, –Y para la subsiguiente materia…
–Vencer, –Y la siguiente, –Vencer. Y para toda la carrera, –Vencer. Ah que
bonito. Entonces yo le digo cómo termina la película, la película termina así;
ellos tienen un dicho, lo dicen así: ‘materia vencida materia olvidada’.
Entonces cómo termina la película: ‘carrera vencida, carrera olvidada’.
Y el problema es que son médicos, y a esos médicos, la
sociedad, el estado, les pone en sus manos vidas humanas. Entonces ahí hay una irresponsabilidad
de la sociedad al no orientar hacia el camino, la constitución lo dice bien
claro, dice el vivir bien, y eso implica la felicidad. Y los docentes tienen
que buscar la felicidad de los estudiantes, y esa felicidad se logra y se hace
de una sola manera estudiando lo que a uno le gusta, porque si no la carrera se
convierte en una tortura y cuando se convierte en una tortura la salida
psicológica a esa tortura se llama alcoholismo, señores; otro mal social fruto
de eso es el divorcio. Creo que se me fueron los tres minutos.
Presentador: Muchas gracias doctor. Ahora la visión un poco
más específica sobre los problemas en Latinoamérica, voy a preguntar
voluntariamente quien quiere participar sobre ese punto sobre ese tema, por
favor padre Corona.
Thelían Argeo
Corona Cortés: Hablo de mi propia experiencia. Al llegar a Bolivia y
encontrarme con un sistema universitario de la universidad pública que estaba
totalmente cerrado hacia la universidad privada, incluso en cierta forma
antagónico, a mí en lo personal me hizo un impacto muy fuerte, que lo pongo en
la palabra escándalo. Verán, porque es imposible e incluso impensable
imaginarnos que una nación como es Bolivia, que teniendo sus 11 universidades
públicas, que esas 11 universidades públicas generan a los profesionales que
convertidos en docentes universitarios están impregnando a todas las
universidades, dotándolas de un cuerpo magisterial de catedráticos que en
determinado momento no sea reconocida la enseñanza de esos catedráticos en instituciones
como en ese momento era la universidad privada.
Intentamos mucho acercarnos al CEUB, fue imposible,
impensable ni siquiera ni dialogar ni
acercarnos. Pasa el tiempo y se bien el momento
el 2006, ante la nueva constitución política como se gestó en Sucre y en
donde vivimos terrible momentos, también de luchas internas, etc. Al final se
concluye en el texto constitucional final, que no fue el resultado jamás ni de
debates ni de planteamientos al interno de los 275 asambleístas, pero un punto
al llegar al tema que se refiere al estado, sociedad y universidades es el
reconocimiento de la universidad pública a la par de la universidad privada, a
la par de la universidad de régimen especial y a la par de la universidad
indígena. La constitución política del estado no hace acepción entre las
universidades y dice que el estado boliviano reconoce la universidad pública,
la universidad privada, de régimen especial y las indígenas. Bien, eso
significó un paso, no voy a hablar en este momento de acercamiento ni de
lejanía, si no la apertura hacia establecer, no un binario que en la definición
de líneas paralelas son aquellas que por más que se prolonguen nunca llegan a
juntarse, hace que tengamos que llegar a un acercamiento. Un acercamiento que
lo ha hecho ANUP (Asociación Nacional de Universidades Privadas), que agrupa en
este momento 43 universidades privadas que el día de ayer recibimos de parte
del señor presidente el nuevo reglamento general de universidades privadas, que
norma en cierta forma la universidad privada, uno de los cuatro grupos o
categorías que reconoce el estado.
Pues bien, en último término si hacemos un recuento de los
docentes que enseñan en la privada, prácticamente todos ellos proceden de la
misma universidad pública y por lo tanto estamos en una lógica de aprovechar el
resultado de la universidad pública aplicado a las universidades privadas.
¿Cuál es la diferencia terrible y enorme que existe? Una frasecita que está en
la Constitución Política del Estado, una frasecita que está en la Ley Avelino
Siñani, y una frasecita que aparece ayer en el reglamento de universidades
privadas como la segunda frase del decreto. ‘La universidad privada no será
financiada por fondos oficiales del Estado’. La ratifica la Ley Avelino Siñani,
y repito el día de ayer, el reglamento de las universidades privadas, que no
recibirán ningún apoyo del Tesoro General de la Nación. Esto nos coloca en situaciones bien difíciles de trabajar a
la par de lo que se requiere trabajar como universidades. No hablo en este momento
de la desproporción que puede generarse entre los ingentes recursos que pudiera
disponer la universidad pública, sobre todo ahora con el IDH y con los nuevos
impuestos que se les aplican, pero al respecto hay una universidad privada que
va a tener que continuar siempre respecto a sus propios medios y recursos, a
sus cuotas que necesariamente tiene que ser o ir levantándose y elevándose,
porque de otra manera no subsiste.
Por otra parte les estoy trayendo el tema para hacerlos ver
cómo en la universidad de Latinoamérica tiene distintas maneras de ser
enfocada, pero tiene que llegar a una convergencia. Cito solamente el caso que
me tocó vivir en México en el cual fui 8 años rector de la Universidad
Salesiana de México, y que me tocó vivirlo con una naturalidad extraordinaria,
que por eso a mí se me convirtió aquí en escándalo. En México existen 165
universidades que están unidas en lo que se llama ANUIES (Asociación Nacional
de Universidades e Institutos de Educación Superior), que agrupa indistintamente
a universidades públicas y universidades privadas. Es un ente no gubernamental
de carácter plural y que agremia a las principales instituciones de educación
superior. El único denominador que se requiere para formar parte de ANUIES es
la voluntad de un mejoramiento integral en los campos de docencia, de
investigación y de extensión de la cultura. Por lo tanto, cumplidos los
requisitos que se requiere implementar se forma parte de ANUIES, y el ANUIES,
esta grande institución que recoge todas las universidades, se desprenden las
comisiones nacionales de educación superior que, si se dan cuenta, no es cosa
del gobierno, las organizaciones estatales para la planificación de la
educación superior, la comisión nacional de evaluación, los comités
interinstitucionales de educación superior y el CENADES (Centro Nacional de
Evaluación de la Educación Superior), instituciones que en todo momento están
continuamente trabajando y que generan un espacio y un escenario de superación
en la educación superior.
Al lado del ANUIES está otra institución que solamente
agrupa a las instituciones de educación privada, que se llama FIMPES
(Federación de Instituciones Mexicanas Privadas de Educación Superior). Ahí se
encuentran otra vez unas 110 o 115 universidades, que muchas de ellas forman
parte de ANUIES, otras no, y que tienen también ellos otros parámetros muy
fuertes, de pertenencia y de continuidad y de permanencia en la FIMPES. Y la
FIMPES prácticamente se constituye en la federación que sin fines de lucro con
libre afiliación lleva hacia adelante los procesos de acreditación al interno
de la nación. Bien, llego hasta aquí porque dentro del FIMPES surge otra
institución que es la AMIESIC (Asociación Mexicana de Instituciones de
Educación Superior de Inspiración Cristiana), que recoge cerca de 70
universidades de una confesionalidad vinculada directa o indirectamente,
digamos a la inspiración cristiana, dentro de su plan institucional, y todavía
dentro de este organismo, tenemos nosotros lo que llamamos el consorcio: 5
universidades, lado de los jesuitas, que es la ‘Iberoamericana’; lado La
Sallista que son 17 universidades ‘La Salle’ en México con mucho fuerza; lado
de la Universidad Salesiana en manos de la congregación salesiana; la
universidad de los Maristas y la universidad en manos de los Misioneros de
Guadalupe que es la ‘Intercontinental’.
Esas 5 son las que forman el consorcio. Bien, se están dando cuenta que tenemos
un embudo, en donde tenemos un abanico abierto completamente a la pertenencia
de todas las instituciones a un único sistema nacional de educación superior.
Bien, pasemos ahora a Bolivia. ¿Qué determina la
Constitución Política del Estado? Que tiene que crearse un organismo denominado
APEASU (Agencia Plurinacional de Educación Superior) para la acreditación. Esta
institución APEAESU, queda solamente enmarcada en la constitución política sin
decirse ni cómo se establece, ni bajo qué parámetros, ni qué va a buscar. En la
ley Avelino Siñani este APEAESU se vuelve a presentar pero ya con mayores
explicitaciones y prácticamente se están llevando diálogos y diálogos de los
que formamos parte el CEUB, la ANUP, el Ministerio de Educación, y además
también Ciencia y Tecnología. Qué sucede, que en último término es un organismo
que va a depender del Ministerio de Educación, por lo tanto deja de tener el
mérito que se requiere una institución que tiene que ser libre, abierta, no
vinculada a ninguna institución pública.
La palabra descentralizada que sí la tiene enmarcada la Ley
Avelino Siñani, en estos momentos no se está garantizando, y anteayer tuvimos
una larga discusión las universidades privadas desde 18:00 hasta las 1:30 de la
mañana, sobre todo por el asunto del APEAESU, por qué, porque la universidad
pública pedía que sea la universidad privada la que dé el financiamiento
aplicándole el impuesto del 1% sobre sus ingresos brutos. El Tesoro General de
la Nación dijo: ‘yo no entro nada para formar esa agencia de acreditación’, la
universidad pública dice: ‘tampoco nosotros’, y pesa en ese momento sobre la
universidad privada. Lógicamente que ayer se habló esto en presencia del señor
Presidente, y tendrá un desarrollo. Es un organismo que costará muchísimo
trabajo gestarlo. Mientras tanto, seguimos dependiendo de agencias externas de
acreditación que en realidad no han tenido ningún efecto ni ningún fruto para
Bolivia, y solamente nos han embarcado en erogar cantidades muy fuertes para
esas asociaciones que primero teníamos con el Mercosur, luego con el organismo
de acreditación de Chile, y ahora con un organismo del Brasil, que ninguno de
los tres ha dado resultados. Y seguimos nosotros sin la acreditación de los
estudios superiores, y por lo tanto, cayendo en el peligro que nos presentaba
el ingeniero Murillo, de que en último término nos pone en un reto de vencer
esa palabra ‘mediocridad’, que es demasiado fuerte, pero que puede convertirse
para nosotros en un serio cuestionamiento que nos obliga a encaminar hacia los
parámetros de calidad, que nos debemos establecer nosotros mismos para nuestra
propia realidad boliviana.
Presentador: Muy bien.
Agradecidos con el doctor por la participación. Invitamos esta vez la
participación del doctor.
Enrique Richard: Gracias. Bueno.
Yo voy a tomar también un caso vecino, más vecino que México: Argentina. Argentina
es donde en la Universidad de Córdoba en el año 1918 se gesta la reforma
universitaria, que da como resultado algo que después se propagó por toda
Latinoamérica.
Uno de los primeros resultados es la famosa autonomía, que
muchos usan mucho esa palabra y pocos la entienden en realidad lo que realmente
significa. Pero otros logros que son no menos importantes, son la libertad de asistencia, ¿Qué significa
eso? En Argentina hasta el día de hoy los estudiantes pueden ir a clase y nadie
les toma asistencia. Tendríamos que hacernos la pregunta: ¿Qué pasaría si
nosotros dejáramos de tomar asistencia? Qué problema ¿no? Pero la pregunta es
un poco más profunda, es decir, si dejamos de tomar asistencia ya todos se
imaginan: no va nadie. La pregunta del millón: ¿Por qué no va nadie? Y yo
vuelvo a ser reincidente con lo que dije anteriormente. No va nadie, porque a
nadie le interesa. ¿Por qué a nadie le interesa? Porque no tienen vocación.
Cuando uno tiene vocación y quiere ir a un partido de fútbol
y tiene que hacer una cola de dos días, y quedarse como sucede en Argentina
cuando juegan River y Boca, quedarse los dos días, los violan, los roban y todo
pero igual terminan felices si consiguieron la entrada, eso se llama vocación
por el fútbol, pero vocación al fin. Es muy placentero ver cuando no hay
asistencia y sin embargo los estudiantes van, pero ¿Van por qué? Porque
realmente quieren escuchar al docente. Pero un indicador muy claro que vengo
estudiando desde hace varios años acá en Bolivia, de la falta de vocación, es
que los propios estudiantes no conocen referentes. ¿Qué significa que no
conocen referentes? A un fanático del fútbol pregúntenle cómo se llaman todos
los jugadores de su equipo de fútbol favorito, y saben cómo se llama la esposa,
los hijos, la amante, todosaben.
Pero como bien dijo el ingeniero Murillo, nuestros
estudiantes, hay estudiantes que algunos no saben ni como se llama la materia,
mucho menos el docente, y a lo mejor resulta que el docente es un premio Nobel,
pero no les interesa escucharlo porque no es lo suyo. Entonces un problema muy
grave sigue siendo este problema: la falta de vocación. La reforma de 1918 que
también hablaba de la libertad de cátedra, que la libertad de cátedra aquí ha
sido entendida como un prejuicio. Yo tuve dos grandes maestros en la
universidad, que fueron personas que no tenían ningún título universitario, y
hay algo, el prejuicio del maldito título, sufrimos de ‘titulitis’, como no hay
títulos nobiliarios en Latinoamérica, entonces usamos los títulos académicos.
El doctor es un virrey, y el ‘magister’
un conde, y el licenciado, no sé, un marqués, algo por el estilo.
Y eso está muy mal, porque nos perdemos a muchos talentos.
En la universidad de Argentina, para ser docente de la universidad pública hay
que tener el título máximo, doctor, o antecedentes que suplan su eventual
carencia, y esto es el logro dela reforma de 1918. Y tenemos el referente de
Jorge Luis Borges como docente universitario, claro, pero en Bolivia Borges
jamás hubiera podido dar cátedra porque el pobre no tenía título académico.Pero
¿Qué es un poeta? Un poeta es alguien que escribe poesías, no un tipo que hizo
un diplomado en poesía y entonces por eso es poeta. Y ojo yo veo que muchos se
ríen, pero les puedo dar un ejemplo aquí en Bolivia. Bravo y colaboradores, docentes
de la UMSA hicieron un estudio muy interesante y saben lo que aportó ese
estudio, que el 87% de los docentes de metodología de la investigación en
taller de tesis, jamás hicieron una investigación, lo cual demuestra una vez
más el eterno problema de por qué los estudiantes no pueden hacer su tesis,
claro, todo tiene una explicación, y por ello hay que salir a comprar la tesis
en todos estos lugares que salen en el periódico, en la tele, etc., etc.
A Mamani Mamani, por ejemplo, se lo están perdiendo en
Bolivia, ¿Por qué? Porque nunca va a poder pisar la universidad, porque no
tiene título. Pero acaso va a haber alguien que le pueda discutir a Mamani Mamani
que no sabe nada de arte. Y sin embargo, cuanta gente tiene su cartón, su
cartoncito, y no sabe nada del tema, como este 87%. Un investigador es
investigador porque publica, publica trabajos en revistas científicas, no
porque tenga un cartón de metodólogo.
La universidad pública en este sentido tiene varios deberes
morales: Uno, contribuir a la solución de los problemas del país. Pero no va a
contribuir nunca a solucionar los problemas de un país si los propios docentes
lo único que hacen es repetir conocimientos que ellos mismos no entienden, y
que ellos mismos no generaron, porque si quieren otra estadística, también les
puedo dar el libro ‘Industrias Culturales de Bolivia’ publicado por El Pié, el
autor es Torrico y colaboradores. El 95% de las revistas que se leen en Bolivia
son extranjeras, y el 88% de los libros son extranjeros. Cómo voy a enseñar yo
Bolivia con esa estadística, y ¿por qué necesito yo enseñar Bolivia? Porque
nadie ama lo que no conoce.
Es un principio fundamental de identidad, de pertenencia, la
descolonialización se basa en eso, la principal herramienta descolonizadora es
que los docentes universitarios empiecen de una vez por todas a ser
investigadores y publicar libros que sean en por y para Bolivia, y para eso
tiene que estar basado en su propia experiencia. ¿Y cómo van a hacer eso si el
70% jamás ejerció su profesión? Esa es la pregunta clave aquí, que tenemos que
resolver si queremos establecer esa relación estado, sociedad y universidad.
Tiene que contribuir al afianzamiento de los valores sociales, y cómo vamos a
contribuir a afianzar los valores sociales si ni los docentes ni los
estudiantes tiene claro esos valores.
En el 2003 en el libro ‘Educadores Nuevos, Educadoras
Nuevas’, yo empecé escribiendo una frase que hasta el día de hoy muchos no me
la perdonan, yo dije: la universidad se ha convertido para muchos en el refugio
de los profesionales que fracasaron en su profesión. Entonces premio consuelo
al fracaso profesional: me hago docente universitario; que bonito ¿no? Y
lamentablemente esos docentes reproducen su fracaso en los estudiantes, los
condenan al fracaso, y esa es una cosa que con autocrítica, la Constitución
habla de que tenemos que formar ciudadanos críticos. Muy bien, pero ¿Dónde está
la autocrítica institucional que debe
tener la universidad? Para ver este tipo de falencias.
La universidad tiene la misión de construir países nuevos,
pero eso implica cambiar el perfil docente, pero el ingeniero Murillo no me va
a dejar mentir, desde el 2001 que somos amigos, que vengo fregando con el tema
del perfil docente, claro pero quien le pone el cascabel al gato: cambiar al
perfil docente, cambiar ese 70%, y hay que cambiar el papel dicente, ¿Para qué?
Para que realmente exista ese proceso de enseñanza aprendizaje, porque hoy no
existe ese proceso en las aulas, es mentira. Saben lo que hay en las aulas, es
un monólogo vertical de saberes, donde el docente reproduce conocimientos, que
repito, no los generó él, a pesar que debería, y el estudiante escucha lo justo
y necesario para vencer, no para aprender.
¿Qué es lo que debería hacer para que eso sea una realidad?
Tendría que haber un diálogo de saber entre la universidad, el estado y la
sociedad, para cambiar la imagen que tiene hoy la universidad que es pésima. La
imagen que tiene hoy es la de una caja negra, una caja negra por donde por un
lado entra el adolescente y por otro lado sale un profesional. La universidad
la ve la sociedad como una fábrica de profesionistas y nada más, y eso no es la
universidad, la universidad es un ente público que tiene que hacer
investigación para solucionar los problemas de un país. Los docentes tienen que
publicar libros que le hagan ganar autoestima al docente y respeto al
estudiante. Que el estudiante diga: ‘¡Pucha que bueno estudiar con este docente!¡Ymira
el libro que escribió, está basado en su experiencia profesional!’ Esa es la
imagen que necesitamos cambiar queridos compañeros y discúlpenme que sea tan
crítico al respecto, pero me gusta predicar con el ejemplo, y en realidad, la
universidad, por lo menos en la que yo me formé, la universidad pública en la
Argentina, trataba de promover esos valores. El estudiante tiene que ser
crítico porque la universidad es la que tiene que formar al ciudadano, y
mostrarle la diferencia entre lo legítimo y lo legal.
Hoy tenemos la Ley 045 Contra la Discriminación y toda esa
vaina, correcto. Alguien de ustedes me puede decir que porque exista esa ley
¿Se terminó la discriminación? Lo que hace la ley, lo único que va a hacer esa
ley es que los ‘hitleritos’ que andan dando vueltas por ahí se cuiden de lo que
dicen, nada más, entonces la ley soluciona ese problema. Saben lo que soluciona
el problema: educación. Si yo logro fundamentarle a un estudiante
epistemológicamente por qué está mal discriminar, ese estudiante va a llevar
algo que se llama convicción y no va a discriminar porque sabe que eso está
mal, exista o no exista una ley. Eso es lo que hace la universidad, la
universidad da convicción en valores pero para que pueda haber esa convicción
en valores, el docente tiene que ser el primero que tenga esos valores, porque
nadie puede transversalizar en un aula el conocimiento, los valores, las
destrezas y las habilidades que no se poseen, y de nuevo me excedí, no hablo
más.
Presentador: Aclaramos por favor a los participantes tres
minutos solamente. Bueno, ahora invitamos al Ingeniero Franklin Valdés,
adelante por favor.
Franklin Valda: Bueno, pues se
ha hablado bastante sobre la mediocridad, sobre la falta de educación de los
estudiantes, de los mismos docentes, y también se ha hablado de la falta de
voluntad propia de parte de las autoridades, de ‘ponerle el cascabel al gato’
como dice aquí el compañero Richard. Pero esto se debe tratar desde la familia,
principalmente, la raíz está en la familia. Si en la familia no existe el
comportamiento, los valores fundamentales para poder transmitir educación para
transmitirle plenamente la gentileza de tratar a sus semejantes, nos vamos a
olvidar de que el estudiante vaya a la universidad y tenga un comportamiento
digno de elegir una carrera que verdaderamente le dé su vocación. Nos vamos a
olvidar porque ahí dentro de su hogar no existe esa estabilidad, no existe la
estabilidad económica, no existe la estabilidad familiar, no existe la
estabilidad propia del estado, de darle a la familia el trabajo, el sustento
económico.
Hemos hablado de que los estudiantes no tiene esa vocación
de educación; por supuesto que no la van a tener, ¿Por qué? Porque tampoco en
los colegios los profesores están bien preparados, están pésimamente
preparados. Entonces cómo le van a dar ese incentivo o esa motivación de que
puedan hacer la investigación de un tema. Si vamos a la universidad, pocos son
los docentes que conocen el tema de la investigación, o que si hacen
investigación lo hagan a medias, o que si presentan un tema de investigación
para que sea valorado por un grupo de docentes supuestamente experimentados en
un tema, no le dan la suficiente sustentabilidad de ese tema que se ha
presentado.
Yo lo digo por experiencia propia. Yo soy ingeniero
industrial de profesión con especialidad en gestión de teorías ambientales. He
hecho un doctorado que no lo he leído la tesis en textil y papelera. Presenté
mi tema en IDH sobre producción y extracción de bioetanol a partir de la caña
de azúcar en el norte de La Paz. Ese iba ser el pié para el ingenio azucarero
de San Buena Ventura, y la segunda fase iba a ser el mini-ingenio azucarero en
Latinoamérica para una capacidad mínima de 50 toneladas. En el mundo hay de
200, de 500, de 600 toneladas. Este iba a ser el mini-ingenio azucarero para la
universidad pública.
¿Pero quienes valoraron esa investigación? Valoraron
personas que jamás en su ida habían visto una caña de azúcar, ¿Se dan cuenta?
Entonces ¿Cómo van a venir a preguntarme a mí si no conoce la caña de azúcar?
Me decían: ‘Ingeniero, que el tema no corresponde’ si en su vida jamás había
visto una caña de azúcar, ni conoce el proceso de industrialización de la caña
de azúcar, o por lo menos conoce sub-productos que se obtienen de la caña de
azúcar. ¿Qué pasó con ese proyecto? No le dieron segunda fase, no dio a lugar.
Y ese fue un grave y craso error ¿Por qué? Porquelos ingenios azucareros, yo
les comento esta experiencia porque realmente da pena, los ingenios azucareros
mandan sus análisis al Brasil, a la Argentina, a la India, a México, a los
E.E.U.U., para que le hagan esas pruebas. Cada prueba cuesta arriba de los $us
10000.
Si nosotros hubiéramos tenido esa segunda fase y de un
mini-ingenio azucarero con recursos IDH para la UMSA, con toda seguridad que
los estudiantes de la universidad que actualmente no tienen formación para
ingenieros azucareros, estuvieran fortalecidos, no solamente como ingenieros
industriales, si no en toda la gama de ingeniería profesional, porque un
ingenio azucarero ocupa todo el campo técnico, administrativo y profesional, o
sea estamos verdaderamente rezagados en una serie de actividades y de
conocimientos. Debemos prepararnos desde abajo, debemos salvar esa mediocridad
con conocimientos propios de nuestra identidad, de nosotros mismos. ¿Por qué
hice ese proyecto de obtención del bioetanol a partir de la caña de azúcar? Yo
soy cruceño, yo me he criado en Santa Cruz, donde están los ingenios
azucareros, en cañaverales, ¿se dan cuenta? Si aquí a la mano tenía el
conocimiento suficiente y la experiencia para poder demostrar, hacer ese
proyecto, transmitir el conocimiento, porque trabajé en un ingenio azucarero,
fui gerente de un ingenio azucarero. Entonces había la voluntad, había el
conocimiento.
Presentador: Muchas gracias
ingeniero. No sé si Mariza tiene algo que decir al respecto, no precisamente
sobre lo mencionado por los invitados, si no sobre la unificación de programas
y sobre lo que son las universidades públicas y privadas. ¿Cuál es tu visión al
respecto?
Mariza Colque: Bueno Buenas
noches a todos, primeramente. Yo más que
todo basada en el documento de Buenaventura da Souza, quería comentar acerca de
lo que es la mercantilización de la universidad. Lo que comenta el autor es que
este es un problema que se ha dado a nivel mundial, lo que se ha logrado con la
reforma de Córdoba que había mencionado el doctor, es la gratuidad de la
universidad, la supremacía de la universidad pública, sin embargo, lo que dice
es que las universidades privadas al igual que las públicas desean que no se
haga una distinción entre ambas, porque la universidad privada al dotar de
enseñanza a los estudiantes, genera recursos para ella misma, porque ella es la
que se sustenta.
En cambio, la universidad pública recibe recursos del
estado, pero, el estado, como ha pasado en Latinoamérica, ha disminuido los
ingresos hacia la universidad pública. Esto hace que la universidad pública
empiece a generar sus propios recursos para poder mantenerse al nivel que se
mantenía antes. De esta manera, empieza a vender su productividad. Yo quisiera
saber doctor ¿Qué es lo que usted opina acerca de las universidades privadasy
laspúblicas?
Thelían Argeo
Corona Cortés: Lógicamente, para establecer una universidad privada, tiene
que hacerse con un criterio que como punto de partida tiene que ser de tipo
empresarial, y ser empresarios también significa invertir, tener socios, tener
un capital, tener acciones, y lógicamente en el ejercicio de una actividad
comercial, tener dividendos, tener amortización, y tener en cierta forma
utilidades. Esto es como un principio común a todo tipo de empresa, y creo que
efectivamente en Bolivia, por mucho tiempo puede haberse visto, o hay el
peligro de ver a la universidad privada, con este carácter de empresa.
Precisamente en el 2006 cuando empezó el ataque directo a
las universidades privadas por parte de personas como el ministro Patzi en su
momento, y luego continuó por varios ministros, el acoso era directo: la
universidad privada es neoliberal, es colonizadora, es imperialista, si es
confesionaria, todavía más colonizante, y luego la palabra fuerte que había era
‘mercantilista de la educación’. Repito, uno puede ver las instalaciones de la
universidad privada sin medios públicos, sin recursos del estado, evidentemente
es una empresa de carácter descomunal, que requiere inversiones cuantiosísimas,
sobre todo si quiere estar a la par o por lo menos llegar a tener parámetros de
calidad. Pensemos en laboratorios, pensemos en todo lo que implica la inversión
de la universidad privada.
Sin embargo, mi experiencia muy completa acá en Bolivia, es
la que tengo de la Universidad Salesiana, en donde yo puedo afirmar con la mano
en el pecho y con la tranquilidad de conciencia de saber que esa universidad
surgió con una fidelidad expresa de acompañar los estudios de profesionales y
aquellos universitarios que deseaban ingresar a estudios superiores y que no
tenían cupo en la universidad pública, o que no tenían medios ni recursos para
una universidad privada de prestigio y de alto costo. Esa fue la mística con la
cual nació esta universidad, que ha tenido un desarrollo inusitado, increíble,
impensable, y que en 15 años que cumplimos en febrero próximo, pues ha logrado
situaciones,que estadísticamente la colocan con una imagen que etc., que ni yo
mismo la entiendo todavía porque es el resultado de demasiadas circunstancias,
pero lo único que puedo afirmar es que, el servicio a este grupo y a este
sector de estudiantes, a este nicho social, es el que nos ha caracterizado.
Termino con mi referencia con un caso concreto que nos puede
hacer ver que también hay una alternativa dentro de la universidad privada, que
puede ser la no empresarial, y lo digo por los datos en la mano. El semestre de
estudios en la Universidad Salesiana cuesta en este momento el equivalente a
$us 250.-, el semestre; y el semestre de estudios en el colegio Don Bosco, que
llevamos adelante también los Salesianos, es el equivalente como a $us 300.- a
$us 320.-. O sea, cuesta más para un padre de familia salir del colegio Don
Bosco como bachiller, que los estudios universitarios. Qué fenómeno ha tenido
la Universidad Salesiana, yo no lo puedo explicar por méritos propios, si no la
confluencia de muchas circunstancias que desde su fundación han marcado este
preciso parámetro: atender a la juventud que quiere estudiar y que necesita ese
apoyo, que de no estar en la Universidad Salesiana, no tendrían estudios
universitarios, uno por cupo, o por carencia de medios y recursos.
¿Qué significaba esto en concreto? Para la ciudad de La Paz,
crear en el norte de la ciudad un polo de desarrollo de cultura superior que no
lo tenía, sólo fábricas viejas, quebradas, el mismo matadero. Qué significaba
para la ciudad de La Paz, empezar a creer que tenía valor y sentido subir al
Norte de La Paz y estar en una universidad con la calidad proporcionada y adecuada
de estudios.
Qué significó para El Alto, me quedo con los ojos todavía
sobrepasados al ver como hay cerca de un 40% de los estudiantes de la
Universidad Salesiana, que son 6500, que proceden de la ciudad de El Alto, y
que para ellos, descender a la ciudad de La Paz, al norte de la ciudad, que no
tienen que entrar ni al caos de la ciudad, y al margen completamente de todos
los disturbios que pueden haber en la ciudad, encuentran estudios con una
estabilidad y una seguridad, sobre todo con un ambiente educativo que es el que
nos hemos esforzado en componer. Es por ese motivo que yo sí quito a la
universidad que represento de la experiencia del mercantilismo de la educación
superior, y entiendo perfectamente que cuando hay inversión, empresa privada,
capitales y acciones, tienen que haber dividendos, amortizaciones y utilidades.
Esta lucha fue terrible con el gobierno, porque nos quería
convertir a todos en fundaciones, y el borrador del primer reglamento decía:
‘todas las universidades privadas deben ser fundaciones’. ¿Qué quiere decir? Te
desconozco, te hago la vida imposible y después incauto todos tus bienes y todo
tu equipamiento, etc. Costó muchísimo trabajo, porque después dijeron: ‘Las
universidades podrán ser fundaciones o Sociedades’, o entraba la palabra
‘Asociaciones civiles’, y finalmente, lucharon muchas universidades autónomas
cruceñas para que aparecieran como ‘Sociedades Anónimas’. Si se aprobaba
‘Sociedad Anónima’ era inútil que le pusieran ‘sin fines de lucro’, porque una
empresa tiene que tener lucro, y costó dos o tres años, con la solidaridad de
las demás universidades, para que entrara y quedara aceptado el reglamento, y
que también las ‘Sociedades Anónimas’ tengan las universidades con todo el
derecho.
Esta situación del respeto jurídico de nuestras
instituciones, fue lo que más nos costó trabajo y ese logro de 6 años que el
día de ayer culminó en este reglamento. Este es mi panorama mi visión y conozco
el panorama de las universidades privadas porque estoy en la directiva de la
ANUP, y por lo tanto, directa o indirectamente estamos en contacto con todas
las demás.
Presentador: Muchas gracias
doctor. Le damos paso, por favor, sólo tres minutos, ingeniero Murillo. Cuál es
la visión que tiene usted sobre las universidades públicas y privadas.
José Luis
Murillo Pacheco:Voy a tratar de ser breve y quiero rescatar las palabras del
reverendo padre Argeo. Claro, Von Klausevitz dijo: ‘hay que separar la paja del
trigo’. Evidentemente, el caso es que rescato lo que él dijo, y orgullosamente él
afirmó que se excluye de ese adjetivo de mercantilista. Pero no podemos negar
que hay otras situaciones y otras realidades y que la injerencia en control de
calidad del estado, creo que deja mucho que desear al respecto.
Lo digo desde adentro, nuevamente como una mirada desde la
visión de la trinchera, desde el aula de lucha, desde adentro. No vamos a
mencionar nombres, he sido docente en 5 universidades privadas distintas, desde
adentro. Hemos visto como esos discursos que se dan de calidad, de excelencia,
de dotarle, son eso: discursos, bolsas de aire. Se busca el lucro, hay angurria,
hay avaricia, es cierto, hay esos pecados capitales que existen donde la
calidad es lo último que se da. Se notan docentes, alguna vez comente con mi
directo amigo el doctor Richard, que si el Año pasado hubieran hecho el
concurso del peor de los titulados, yo creo que todos los docentes lo elegíamos
a este, porque sabemos cómo es, y justo es ese al que lo toman de catedrático.
No sé, pero esa cuestión existe. Hay cada casos, obviamente estamos hablando
excluyendo a la universidad que regenta el reverendo padre, donde se prioriza
el estatus del estudiante. Yo he trabajado en 5 universidades privadas y con
distintos tomos, pero se llega a lo mismo, no es cierto.
En alguna universidad hubo un escándalo, por ejemplo el año
pasado una docente agredida por un estudiante, agredida pero físicamente, que
le causó un trauma e incluso dejó de dar clases, eso de un estudiante que
reprobó la materia, ¿y qué se espera de
eso? ¿La cobertura a esa docente, el cuidado el que la protejan? No. Cuidaron
al estudiante. Incluso yendo contra un reglamento, porque estamos hablando de
una agresión física. Entonces ahí se nota el mercantilismo. Hay condiciones y
casos, así yo creo que en esta cuestión el papel estatal tiene que jugar más
velando por una calidad. Gracias.
Presentador: Muchas gracias
ingeniero. Vamos a dar paso por favor con la participación de nuestros
diplomantes. Compañeros, voluntariamente por favor.
Marcos MartínAramayoCanazas: Yo tengo una
pregunta para el doctor Richard. Si bien tenemos una universidad que está cada
vez más decadente, no solamente la universidad privada, si no también la
universidad pública, estamos con demagogia, estamos con un sinfín de problemas,
entonces, en ese sentido, ¿Cuál sería la salida de ese problema? Si bien el
doctor Corona nos decía que para poder ver a futuro que somos competitivos,
necesitamos converger en programas, en proyectos, y si estamos de antemano ya
en desventaja, ¿Cómo podemos emprender este camino nuevo hacia el siglo XXI
académicamente como universidad? ¿Cuál sería nuestra perspectiva? O
directamente ¿No hay salida a nuestra situación?
Enrique Richard: Bueno. En
primer lugar yo quiero aclárate que yo me crié en universidades públicas y con
todo el respeto de las privadas, mi corazón está con las públicas. En
particular tengo mi corazoncito con la UMSA, yo la quiero mucho a la UMSA. Hay
mucha gente que piensa que no por lo crítico que soy, pero no. Cuando uno hace
autocrítica es porque realmente siente algo, si no, ni se gasta uno es hacer la
crítica, así de sencillo se los digo.Ahora, respecto a la solución, es muy
sencilla, es muy fácil, pero hay que tener voluntad. ¿Cuál es la solución? La
reforma de 1918 la hicieron los estudiantes que estaban hartos, podridos,
repodridos de la universidad elitista de ese momento, de la burguesía y de la
hiperburguesa sociedadde ese momento.
La solución también la tienen los estudiantes. Yo a los
estudiantes les digo: ¿No están conformes con los docentes? Cámbienlos.Pero,
una gran pedagoga boliviana, la doctora Katherine Lizárraga Zamora, en su
libro, ‘Economía y Universidad Pública’,
Ella describe algo muy interesante, yo les recomiendo mucho leer ese libro; lo
que pasa es que nuevamente hay que tener autocrítica para leer ese libro. Ella
habla de, ella analiza toda la universidad pública y sobre todo la economía, la
autonomía de la universidad pública y termina concluyendo, y en sus propias
palabras ella dice: ‘En la universidad pública actual existe un pacto de
mediocridad’. Esas palabras que dijo el ingeniero Murillo, no solamente las
utiliza él, yo, si no que hay muchos autores que la usan, aunque suene fuerte.
Y ella dice, ella lo describe al pacto de mediocridad de la siguiente manera:
‘En la universidad los docentes hacen como que enseñan, y los estudiantes hacen
como que aprenden y mientras se cumpla el pacto de mediocridad, todo se
mantiene a la perfección’. Y ahí escribe: ‘Cuando un estudiante quiere romper
el pacto de mediocridad y quiere aprender, los propios compañeros lo boicotean.
Cuando un docente quiere enseñar de verdad, los propios colegas le hacen la
vida a cuadritos para que se vaya. Por eso los mejores docentes siempre están
afuera, no adentro’.
Y les recomiendo otro libro también: ‘Universidad Enferma’
de Mejía y Gutiérrez, que son dos estudiantes de la Universidad Autónoma
Gabriel René Moreno, que querían aprender, y de hecho los dos salieron medallas
de oro, salieron con los mejores promedios, pero muestran allí justamente todas
estas cuestiones que nadie le quiere poner el cascabel al gato. No nos
olvidemos el año pasado hubo elección de rector, justamente en la René Moreno,
no sé si ustedes se acuerdan, pero por televisión lo pasaron. Un rector traía a
no sé qué cantante de Chile, el otro traía a no sé qué cantante de la
Argentina, y quién daba más cerveza, no había propuesta. Cuando le preguntaron
los periodistas a los estudiantes: ¿Cuál es la propuesta de este rector?
Ninguno sabía contestar. Pero eso sí, tenían muy claro que fulanito iba a poner
más cerveza que perenganito.
Bueno, no nos llamemos a engaños queridos compañeros,esto
tiene solución. La solución sería que los estudiantes quieran una universidad
diferente, pero mientras exista este pacto de mediocridad del que habla
Khaterine Lizárraga Zamora, que no solo habla, lo fundamenta muy bien, entonces
es muy difícil el cambio. ¿Por qué? Porque hay un acuerdo entre el docente y el
estudiante, porque la mediocridad no solo está de lado del docente, también
está de lado del estudiante. Un estudiante que quiere vencer y no aprobar
obviamente (esto me lo han pasado para que me calle), que ahí no va a haber solución
porque yo les decía sobre el perfil docente, o sea, conozco muchos jefes de
carrera en la UMSA que siempre han buscado lo mejor para su carrera, pero cada
vez que querían designar a un docente, eran cuestionados por el concejo,entoncesahí
es donde está el tema.
Muchas veces no nos olvidemos que uno de los logros de la
reforma es el cogobierno, pero y donde está el cogobierno a la hora de hacer el
cambio, entonces, la universidad pública tiene un arma poderosísima para el
cambio, que justamente el concejo universitario, el concejo académico
facultativo, y no apelamos a eso porque justamente no estamos viviendo la parte
académica. Un docente exigente es visto como un mal docente. Un docente que los
viernes se va a tomar chela con los estudiantes: ‘qué bueno que es este
catedrático, -¿Qué te enseñó? – Nada, pero lo pasamos bomba los fines de
semana’. Entonces hay que poner las cosas en su lugar. Yo quiero en este
sentido rescatar algo que dice la constitución. La constitución en el artículo
80 dice: El objetivo de la educación es formar personas íntegras, eso lo
reitera la Ley Avelino Siñani–Elizardo Pérez.